Dos obstáculos para las empresas en: La recesión económica y los riesgos políticos
DOS OBSTÁCULOS PARA LAS EMPRESAS EN 2019: LA RECESIÓN ECONÓMICA Y LOS RIESGOS POLÍTICOS
AUMENTAN LOS RIESGOS DE CRÉDITO PARA LAS EMPRESAS EUROPEAS
La multiplicación de ciertos obstáculos, como el aumento de los riesgos políticos, la elevada volatilidad de los precios de las materias primas y las limitaciones de la oferta, comenzaron a ralentizar el crecimiento mundial a finales de 2018 y ensombrecieron las perspectivas para 2019 (3% en 2019, tras 3,2% en 2018 y 2017). Esta vez, a diferencia de los anteriores cambios de rumbo en las tendencias económicas, ha sido Europa Occidental la que se ha visto debilitada frente a Estados Unidos. Coface prevé un aumento de las insolvencias corporativas de un 1,2% para la zona euro y un 6,5% para Europa Central en veinte países europeos (de los 26 analizados). Este aumento de los riesgos de crédito para las empresas se origina en la desaceleración cíclica y en las persistentes incertidumbres políticas.
El sector automotriz se ha visto especialmente afectado. Tras un ciclo de crecimiento de aproximadamente ocho años, comienza a mostrar signos de agotamiento. La necesidad de invertir, el incremento de la competencia, los cambios en el modo de vida de los consumidores y la necesaria adaptación a los nuevos estándares medioambientales anti-polución deberán llevarse a cabo en el contexto de un mercado chino que está alcanzando su madurez y de un creciente proteccionismo. Esta situación ha llevado a Coface a revisar a la baja su evaluación para el sector automotriz a «riesgo medio» en casi la totalidad de los países de Europa Occidental, así como de Europa Central y Oriental, y a «riesgo alto» en Latinoamérica y América del Norte.
En 2019, el riesgo político en Europa seguirá más vigente que nunca. El indicador de riesgo social de Coface alcanza su nivel más alto desde 2010. Con frecuencia, estos riesgos se manifiestan en época electoral, por lo que las elecciones en Grecia, así como los posibles comicios anticipados en Italia, España y Alemania deben ser vigilados. El descontento social generalizado y la creciente popularidad de los partidos anti-europeos están ganando una importancia suficiente como para resultar en un Parlamento Europeo muy fragmentado tras las elecciones europeas en mayo de 2019.
«Por primera vez desde la crisis soberana de 2011-2012, este año las empresas deberán hacer frente a dos obstáculos al mismo tiempo: la desaceleración cíclica y los riesgos políticos» señala Julien Marcilly, Economista Jefe de Coface.
LOS PAÍSES EMERGENTES, AÚN VULNERABLES
Este entorno global ejerce efectos heterogéneos sobre las economías emergentes. La desaceleración del crecimiento en la zona euro (previsión de 1,6% para 2019) y Estados Unidos (2,3%) expone a los mercados emergentes a los efectos de contagio, principalmente a través de los flujos comerciales. En este contexto, se espera que este año continúe la ralentización del crecimiento del comercio mundial (Coface prevé sólo un 2,3%). No obstante, la moderación del crecimiento en Estados Unidos también tiene un efecto positivo: reduciendo las potenciales subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal Americana, se limita el riesgo de fuga de capitales desde los mercados emergentes.
Este año será necesario vigilar numerosos riesgos políticos en el mundo emergente, especialmente en África, donde la población cuenta ahora con más medios para expresar sus frustraciones (la tasa de acceso a internet se ha triplicado desde 2010), en el marco de un apretado calendario electoral (específicamente en Nigeria, Sudáfrica y Argelia).
Sin embargo, a pesar de la fragilidad de la situación política y de seguridad, Coface observa una perspectiva más favorable para Mozambique (actualmente D),cuyas reservasde divisas registran su nivel más alto desde 2014 y el crecimiento supera el 3%, y para Ruanda (A4), que experimenta una constante evolución de su entorno empresarial y una sostenida dinámica de reformas.
Coface está actualizando al alza las evaluaciones de los países cuyas economías dependen del petróleo, que se mantiene a un nivel moderado a pesar de la fuerte volatilidad: Angola (actualmente C), Azerbaiyán (B), Canadá(A2), Emiratos Árabes Unidos (A3) y Trinidad y Tobago (B).
En lo que va de año, Líbano es el único país revisado a la baja (actualmente D), penalizado por las persistentes dificultades económicas.
Las evaluaciones de riesgo país de Coface (161 países)se basan en una escala de 8 niveles en orden de riesgo creciente: A1 (riesgo muy bajo), A2 (riesgo bajo), A3 (riesgo satisfactorio), A4 (riesgo razonable), B (riesgo significativo), C (riesgo alto), D (riesgo muy alto), E (riesgo extremo).
Las evaluaciones sectoriales de Coface (13 sectores de actividad en 6 regiones geográficas, 27 países que representan en torno al 87% del PIB mundial)se basan en una escala de 4 niveles: riesgo bajo, riesgo medio, riesgo alto y riesgo muy alto.